6

sábado, 9 de marzo de 2013

¿Los abuelos intervienen o interfieren en la educación de los nietos con discapacidad?



Esta pregunta me hacían la mayoría de las madres trabajadoras que no pueden cuidar a sus hijos, sintiéndose culpables con ellos por no tener el tiempo en cantidad, más que  en calidad, para el cuidado de los menores.
Asimismo, aunque la minoría de las veces, se cuestionaban sobre la carga y cansancio para los abuelos de cuidar a sus nietos.
 
 


 
Las necesidades para requerir el apoyo de los abuelos pueden ser por diversas razones, como por ejemplo:

  • El trabajo de los padres
  • Compartir la casa con los abuelos
  • Cuidado de varios hijos
  • Tener un hijo con discapacidad, que requiere mayor atención
 
 
El tener un hijo con discapacidad, efectivamente requiere de mayor tiempo y dedicación. Lo anterior es debido a que necesitan atención médica u hospitalaria, lo que implica varias citas y disponibilidad para llevarlas a cabo. Asimismo, la educación de los niños con discapacidad requiere de una educación especial y constante, lo cual también incide directamente en el cuidado y supervisión a los hermanos. Todos estos factores hacen muchas veces necesaria la participación de abuelos y/o familiares en el cuidado de los menores.
 
La mayoría de los padres concluyen, que a pesar del apoyo de los abuelos, éstos afectan más en la  educación de los niños y que restan autoridad a los padres para el manejo de límites con los hijos.
 
¿Cómo solucionarlo?
 
 
La respuesta está en la comunicación entre los padres y abuelos para determinar con exactitud las reglas a seguir con  los niños.
A continuación analizaremos algunas sugerencias para poder intervenir de manera positiva en este cuidado:
Es más positivo que los niños se críen en el núcleo familiar (el cual brinda amor y autoestima), que en una Institución o por personas a cargo de ellos contratadas para eso. Sin embargo, debe ponerse atención cuando el niño trata de manipular a los abuelos para obtener sus deseos, rompiendo reglas que bien sabe, deben llevarse a cabo, como por ejemplo: el tipo de alimentación, ya que muchas veces los abuelos  consienten al nieto permitiendo que  coma selectivamente solo lo que le agrada. Esto mismo puede suceder con los padres ya que el niño sabe a qué padre dirigirse para obtener sus deseos.
Ante esto es necesario que la madre y la abuela acuerden con precisión las conductas permitidas para una mejor atención de los hijos y ninguna de ellas cambiará las normas sin antes ponerse de acuerdo; así como definir bajo que circunstancia puede haber concesiones.
Mientras los niños son cuidados por los abuelos son ellos quienes deben marcar las normas, evitándose decir “cuando lleguen tus papás les voy a decir que…..”. Igualmente los padres deben al momento marcar la regla y no esperar para acusarlo, debido a que esta conducta resta autoridad a la persona que en ese momento es responsable de los niños. Más tarde, desde luego se les comunicará a los padres lo acontecido en forma clara.
La relación abuela-hija ó suegra-nuera debe ser buena y con una comunicación asertiva (positiva). De lo contrario pueden tomarse a los niños como pretexto para externar diferencias.
Es muy importante que cada persona siempre tome el lugar que le corresponde y no trate de sustituir el lugar de la madre, así el niño no tiene dos mamás, o dos papás y al llegar los padres estos tomaran las responsabilidades y los abuelos no intervendrán.
Un error frecuente en madres solteras, es que le dejan la responsabilidad a los abuelos, incluso estando en casa, abusando de ellos y provocando su cansancio y molestia. De esta forma, muchas veces aunque los abuelos ya no desean apoyar, lo siguen haciendo por necesidad, externándoselo frecuentemente al niño/a, provocando una mala relación madre-hijo/a.
Otro error frecuente es que los padres muy jóvenes por inexperiencia dejan que los abuelos tomen las decisiones de la forma de educar, perdiendo así autoridad sobre los pequeños; si este fuera el caso pueden recurrir a profesionales para que con sugerencias sencillas aprendan la forma de inculcar normas y hábitos en general.
Existe el riesgo de que los abuelos consientan mucho al nieto por ello es importante establecer claramente las normas y limites ante cada conducta.
También depende de los padres el no ser sustituidos por los abuelos. Esto es ocasionado cuando los menores permanecen por grandes periodos con los abuelitos. Por este motivo, los padres deben propiciar la convivencia con sus hijos en sus tiempos libres.
Cuando los abuelos y los padres ponen los acuerdos con claridad se evitaran los conflictos  y el apoyo será compartido.
Es importante que el niño con discapacidad se eduque con las mismas reglas y normas de sus hermanos. De lo contrario, un trato diferente provoca que el niño no se adapte a la sociedad y demande mayor atención, provocando el enojo de los hermanos. Este enojo inclusive puede provocar que los hermanos desearan tener la discapacidad para ser atendidos de la misma forma sobreprotectora. Lo anterior incide negativa y directamente en el desarrollo del niño con discapacidad, evitando que adquiera nuevas competencias para la vida.
Cuando las relaciones son malas entre los hijos y los abuelos se debe buscar a otra persona para que apoye en el cuidado de los menores.
Es importante considerar qué opinan los abuelos de las normas propuestas por los padres y deben ponerse de acuerdo entre todos, sin que los niños estén presentes. Cuando se llegue a un acuerdo en las normas y limites a seguir, éstos se deben comunicar a los niños.
Existen puntos básicos en los que los niños tratan de evitar las reglas, como son:
  • Actividades rutinarias (horarios de comida, tareas)
  • Qué hacer si el niño no desea comer algo (se le permite dejarlo o se le exige comerlo)
  • Que hará en el tiempo libre
  • La televisión (que programas son permitidos, que tiempo de televisión está permitido)
  • Qué hacer cuando el pequeño no obedezca.
 
 

Si te interesa un tema en particular o tienes dudas respecto a este artículo puedes enviarme tus comentarios y con gusto te orientaré.
 


 

 

4 comentarios:

  1. Me parece muy necesario publicar acerca de estos temas.
    Estoy interesado en seguir leyendo los artículos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario.
      Te invito a seguirme y suscribirte para recibir nuevos artículos en tu correo electrónico.

      Borrar
  2. Muchas gracias por esta información, me parece que es muy importante establecer limites acerca de los roles de abuelos y padres de niños con capacidades especiales, ésta es una gran tarea pero también es una gran bendición; hay casos donde desafortunadamente los papás por diveras circunstancias no cuentan con el apoyo de los abuelos ni de otro familiar. En la mayoría de las veces, la mamá tiene que dedicarse tiempo completo al cuidado de su hijo (también depende del grado de severidad de la discapacidad) aqui un tema que me gustaría que tratará es: ¿qué pasa con esa mamá? ¿quién cuida al cuidador?. Gracias
    Saludos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Antes que nada muchas gracias por tu comentario.
      Me gustaría compartirte que en los Centros de Atención Múltiple (C.A.M.) cuentan con un horario de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. en la mayoría de ellos y ofrecen atención a niños con necesidades especiales y/o discapacidad. Esto contribuye a la estimulación adecuada del menor en un ambiente educativo, permitiendo a los padres dedicarse a otras actividades.
      Asimismo tomaré en cuenta tu propuesta para incluirla en próximos artículos.
      Finalmente te invito a suscribirte y a seguir retroalimentando este blog.
      Muchas gracias.

      Borrar